(EFE).- Siria aseguró hoy a la responsable de Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, que los hospitales del país atienden a todos los heridos sin discriminar su tendencia política, en respuesta a las acusaciones de Naciones Unidas de que se han convertido en "centros de tortura".

En una reunión con Amos, el ministro sirio de Sanidad, Wael al Halqi, recalcó que, pese a la crisis, los centros médicos públicos y privados no han cesado de atender a enfermos y heridos "sin tener en cuenta su postura política".

Al Halqi, citado por la agencia de noticias local Sana, acusó a algunos medios de comunicación de tergiversar la información e invitó a Amos a visitar el hospital que desee en cualquier zona para informarse personalmente del tipo de servicio que reciben los pacientes.

El pasado 6 de marzo, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas señaló que algunos hospitales sirios se habían erigido en centros de tortura de los heridos en las protestas contra el régimen presidido Bachar al Asad.

Durante el encuentro, Al Halqi puso en conocimiento de Amos "los desafíos que afronta el ámbito de la salud debido a las injustas sanciones económicas impuestas contra Siria".

El ministro denunció, asimismo, que su sector ha sufrido grandes daños desde que comenzaran las protestas, ya que un total de 18 profesionales han muerto, una treintena ha resultado heridos y varios más han sido secuestrados.

Además, subrayó que unos 70 hospitales y centros sanitarios han sufrido desperfectos y cerca de 60 ambulancias están fuera de servicio.

El titular de Sanidad indicó, igualmente, que el régimen comenzó el miércoles a rehabilitar el ambulatorio del barrio de Baba Amro, en la ciudad de Homs, para que reanude su atención al público "después que fuera saboteado por grupos terroristas armados".

Amos visitó el mismo miércoles esa barriada, la más castigada por el régimen, y señaló que hay partes totalmente destruidas, tras encontrarse con sus calles prácticamente desiertas.

La subsecretaria general para Asuntos Humanitarios de la ONU se reunió también con el ministro sirio de Educación, Saleh al Rashid, quien destacó los esfuerzos que despliega su ministerio para rehabilitar los colegios que han sido dañados en los disturbios.

Según Sana, Al Rashid entregó a la responsable humanitaria de la ONU un lista de las instalaciones educativas "que han sido incendiadas y dañadas por operaciones de sabotaje".

De acuerdo con las cifras que maneja la ONU, cerca de 7.500 personas han muerto en Siria en enfrentamientos armados, atentados y acciones de represión del régimen desde que en marzo de 2011 estallaran las protestas populares contra el gobierno que dirige Bachar Al Asad. EFE